¿Qué pasa cuando hacemos ejercicio?
- ciguniandes
- 19 ago 2019
- 3 Min. de lectura
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de mortalidad y morbilidad en el mundo, lo cual continúa en incremento debido a que la población de adultos mayores ha venido en ascenso durante las últimas décadas (1). Teniendo en cuenta lo anterior y que muchas de las enfermedades cardiovasculares son potencialmente prevenibles, es importante impulsar actividades que tenga un impacto positivo al respecto. Por ejemplo, la actividad física ha demostrado reducir mortalidad por cualquier causa y un aumento moderado de la expectativa de vida, principalmente debido a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y respiratorias (2). A continuación, profundizaremos acerca de los mecanismos celulares que son los mediadores de los efectos benéficos de la actividad física.
En primer lugar, la vasodilatación es uno de los efectos más importantes causados por la actividad física (2). Este es mediado por una mayor respuesta a la acetilcolina causada por una mayor expresión de la óxido nítrico sintetasa endotelial (eNOS) y la fosforilación de la protein kinasa B (3). La vasodilatación contribuye a la reducción de un promedio de 3.4/2.4 mmHg de la presión sistólica y diastólica respectivamente (4).
En segundo lugar, la resistencia a la insulina también es uno de los principales factores generadores de enfermedad cardiovascular (2). A pesar de que la insulina promueve la vasodilatación al generar óxido nítrico, esta vía se encuentra inhibida en pacientes diabéticos, la cual es reemplazada por la vía Ras-RAF-MAPK que estimula el crecimiento, diferenciación y la síntesis en endotelina 1, promoviendo el proceso aterosclerótico (2). Además, el estado de hiperglicemia resulta en la glicosilación no enzimática de diversos elementos celulares que contribuyen a la rigidez arterial (2). En relación con lo anterior, la actividad física promueve la sensibilización a la insulina en el tejido adiposo, músculo y endotelio, por ello, es disminuir la aterosclerosis, en especial en pacientes con resistencia a la insulina (2).
Otro de los mecanismos propuestos por los cuales la actividad física reduce la incidencia de enfermedad cardiovascular es la modificación de los lípidos en la sangre (2). Los estudios que han investigado esta área han mostrado gran heterogeneidad entre sí, dificultando llegar a conclusiones similares entre ellos (2). Parece ser que la actividad física no solo incrementa los niveles de HDL, sino que incrementa el tamaño de estas, lo cual es clave para el transporte de colesterol (5). También hay estudios que han mostrado disminución de los niveles de las lipoproteínas de baja densidad (LDL y VLDL) y los triglicéridos (2,5). A pesar de que el efecto de la actividad física en los lípidos en sangre no se ha dilucidado completamente, la evidencia ha mostrado que tiene un impacto positivo tanto en el aumento del HDL, como en la disminución de los niveles de LDL y VLDL (2).
En conclusión, estos, y muchos otros más son los efectos que permiten que la actividad física tenga ese impacto en la reducción de mortalidad cardiovascular. Por ello, a pesar de los múltiples medicamentos y ensayos clínicos, la actividad física continuará siendo un pilar en la prevención cardiovascular por su multiplicidad de efectos benéficos en los diversos sistemas orgánicos.

Tomada de; Nystoriak, M., & Bhatnagar, A. (2018). Cardiovascular Effects and Benefits of Exercise. Frontiers In Cardiovascular Medicine
Autor: Santiago Callegari, Asistente ejecutivo del Grupo de Interés en Cardiología de la Universidad de Los Andes, Estudiante de medicina de dicha universidad.
Editor:Daniela Peña Ramírez, Presidenta del Grupo de Interés en Cardiología de la Universidad de Los Andes, Estudiante de medicina de dicha universidad.
Referencias
1. 2. Roth G, Forouzanfar M, Moran A, Barber R, Nguyen G, Feigin V et al. Demographic and Epidemiologic Drivers of Global Cardiovascular Mortality. New England Journal of Medicine. 2015;372(14):1333-1341.
2. Nystoriak M, Bhatnagar A. Cardiovascular Effects and Benefits of Exercise. Frontiers in Cardiovascular Medicine. 2018;5.
3. Hambrecht R, Adams V, Erbs S, Linke A, Kränkel N, Shu Y et al. Regular Physical Activity Improves Endothelial Function in Patients With Coronary Artery Disease by Increasing Phosphorylation of Endothelial Nitric Oxide Synthase. Circulation. 2003;107(25):3152-3158.
4. Hardy S, Loehr L, Butler K, Chakladar S, Chang P, Folsom A et al. Reducing the Blood Pressure–Related Burden of Cardiovascular Disease: Impact of Achievable Improvements in Blood Pressure Prevention and Control. Journal of the American Heart Association. 2015;4(10).
5. Kraus W, Houmard J, Duscha B, Knetzger K, Wharton M, McCartney J et al. Effects of the Amount and Intensity of Exercise on Plasma Lipoproteins. New England Journal of Medicine. 2002;347(19):1483-1492.
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